Las cosas que tal vez ignoramos, una noticia interesante que todos debemos saber Quiènes nos gobiernan.
Dejémonos de tonterÃas -para utilizar términos ‘alanescos’-. Ya que el mismo expresidente ha minimizado los informes que dan cuenta de su currÃculum académico pese a haberse presentado durante años como ‘doctor’ sin serlo, valdrÃa la pena revisar los numeritos que reflejan que tan brillante fue su paso por las aulas, para concluir si en su caso es realmente tan indispensable obtener un titulito.
Como para darle el tiro de gracia a ese ego que le encanta relucir, los registros de notas por su paso en la Universidad Católica no hablan precisamente de un alumno brillante. Por decirlo en crudo , hablan de uno bastante mediocre.
A su ingreso en el año 1965, GarcÃa logró aprobar con las justas los cursos del Programa de Letras y Ciencias Humanas (lo que hoy vendrÃa a ser Estudios Generales Letras), donde la máxima nota obtenida fue 14 en el curso de BiologÃa, seguido de un 13 en PsicologÃa General, TeologÃa I y en Introducción a la FilosofÃa, mientras que en los otro cuatro cursos restantes del primer año no pasó de 12.
En el segundo año del programa llegó a obtener 15 en SociologÃa, 14 en CosmologÃa, 13 en el curso de Pre Seminario y en Historia de la Cultura II, Historia del Perú II, TeologÃa II, GeografÃa del Perú y MetafÃsica, siguió en el vaivén de los 11 y 12. Como dato curioso vale fijarnos en el 12 que obtuvo en el curso de «Moral». ¿Irónico, no?

Pero luego entrarÃa ya a la Facultad de Derecho con el propósito, imaginamos, de revertir el flojo inicio del que hizo gala los años anteriores. Pero, finalmente, no fue más que un calco de estos. Para el segundo año llevó diez cursos y llegó (por fin) a obtener 16 en Derecho Civil, Derecho Penal Especial e Historia del Derecho Peruano, 15 en Derecho Administrativo y Derecho Civil, 14 en EconomÃa y Derecho Constitucional, 13 en Orgánica del Poder Judicial y Derecho Registral Notarial. Parece que el Seminario del Derecho Penal no lo entendió muy bien, tal y como lo demuestra su 11 de calificación y -hay que decirlo-, su propia experiencia como presidente.

Finalmente su tercer año mostrarÃa un rendimiento regular. ¿Lo llamativo? El 14 en Derecho Social de la Iglesia. Ya ves, Alan, es que no solo se trata de andarle besuqueando la mano a Cipriani.
